Transporte

La movilidad de personas y mercancías representa un 40% del consumo total nacional de energía

El modelo de desarrollo económico y social desde inicios del siglo XX se ha caracterizado por una expansión urbana creciente, desplazamientos más largos y una dependencia creciente respecto del coche y el transporte motorizado, lo cual provoca un gran consumo de espacio y energía y unos impactos medioambientales que ponen de relieve la necesidad de lograr un sistema de transporte bien concebido que sea menos dependiente de los combustibles fósiles. Para lograrlo se tienen que habilitar recursos, implantar medidas y cambiar tendencias, todo lo cual hace necesaria la concienciación e implicación de toda la sociedad y la colaboración entre las diferentes Administraciones para alcanzar soluciones integrales que supongan un cambio en la tendencia.
Cabe resaltar que, solamente el vehículo turismo representa aproximadamente el 15% de toda la energía final consumida en España.

Si hablamos de movilidad sostenible hay que darle la vuelta a la escala de prioridades que tradicionalmente se ha tenido en cuenta en la configuración de los espacios públicos y en las políticas de movilidad.

Atendiendo a criterios de eficiencia energética, medioambientales, de equidad social, vulnerabilidad, siniestralidad y calidad de vida urbana se hace imprescindible una nueva jerarquía que deberá tenerse en cuenta en las políticas para minimizar los impactos negativos asociados a la movilidad y que configuran lo que se ha venido a llamar movilidad sostenible.

Esta jerarquía debe priorizar las siguientes formas y modos de desplazarse:

  1. Peatones y personas con movilidad reducida. En la parte alta de esta pirámide deben estar los peatones, ya que caminar es el modo de desplazamiento más universal y más vulnerable. Además de que es el que supone un menor impacto medioambiental y conlleva grandes beneficios en materia de salud y económicos. Deben tener una especial consideración en esta escala de prioridades las personas con movilidad reducida a las que se les debe facilitar los desplazamientos, eliminando paulatinamente las barreras urbanas y de la red de transporte.
  2. Bicicletas. En un segundo escalón descendente se sitúa la bicicleta por sus múltiples beneficios respecto a otras otro tipo de vehículos: eficiente, económica, sostenible ambientalmente, saludable, divertida, segura, ocupa poco espacio… Es un modo muy adecuado de desplazamiento para distancias de hasta 8 -10 km.
  3. Transportes colectivos. En el tercer escalón están los transportes colectivos en sus diferentes versiones: autobuses, metros, tren de cercanías… Comparado con el coche, el transporte público es más eficiente, reduce emisiones contaminantes, necesita menos espacio de viario público y ahorra dinero a sus usuarios. 
  4. Transportes de bienes y servicios. El cuarto escalón está reservado para el transporte de bienes y servicios, algo fundamental en la actividad económica de nuestras sociedades. 
  5. Vehículo compartido. En el penúltimo escalón situamos el uso compartido del vehículo, tanto en la modalidad de viaje compartido (car pooling) como en la versión de flota de vehículos compartida (car sharing).
  6. Vehículos privados a motor. En el último escalón se sitúa el vehículo privado a motor en uso individual, si bien no se trata de criminalizar su uso sino de  racionalizarlo. 

La mejora de la eficiencia energética en el transporte y la movilidad se fundamenta en tres grandes bloques de medidas:

Medidas de fomento del cambio modal: principalmente desde el transporte motorizado individual hacia modos más sostenibles: caminar, bicicleta y transporte colectivo. En este apartado se enmarcan como actuaciones principales la promoción de los planes de movilidad urbana sostenible (en el ámbito urbano y metropolitano), los planes de transporte al trabajo (en el ámbito laboral), la promoción de sistemas de bicicleta pública y los proyectos piloto de implantación de lanzaderas y servicios específicos de transporte colectivo.

Medidas de fomento de la renovación de flotas de transporte: promoción de la sustitución de tecnologías convencionales de automoción por vehículos, con tecnologías y/o combustibles alternativos, más eficientes: vehículos híbridos, eléctricos, de gas natural y de gases licuados del petróleo. También se promueve la compra de vehículos convencionales eficientes y vehículos alternativos (especialmente vehículos eléctricos)

Medidas de fomento del uso racional de los medios de transporte: aplicación de técnicas de conducción eficiente a los distintos medios de transporte, gestión eficiente de las flotas de transporte y promoción de viajes compartidos en coche (car-pooling) y del uso de clubes de coches (car-sharing).

Para contribuir a impulsar la movilidad sostenible, el IDAE habilita una serie de estrategias y actuaciones entre las que destacan la elaboración y gestión de líneas de apoyo público, el soporte técnico a desarrollos normativos, legislativos y directivas, la participación en grupos de trabajo nacionales e internacionales, la elaboración de guías, manuales y documentación técnica, la formación específica (p.e. en conducción eficiente), el asesoramiento al Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO) y otras entidades y la información específica (p.e. la base de vehículos con información del consumo y emisiones de CO2, así como del etiquetado energético de vehículos turismo).


Mas información en el portal de movilidad sostenible

 

Más información Departamento de Transporte del IDAE