Etiquetado energético, Ecodiseño y Ecoetiqueta

Etiquetado energético, Ecodiseño y Ecoetiqueta | Idae

Etiqueta energética

El etiquetado energético clasifica los equipos que consumen energía en función de su eficiencia energética, en una escala de letras y colores: los aparatos de clase A (color verde) son los que menos energía consumen (los más eficientes desde un punto de vista energético); los aparatos de clase G (color rojo) son los que más energía consumen.

Desde marzo de 2021, esta escala sustituyó a la anterior, que abarcaba hasta la D, e incluía, para ciertos productos, etiquetados que partían de A+++.

Puesto en marcha en 1994, el etiquetado energético se ha convertido en un referente reconocido por casi el 95% de la población europea; siendo tenido en cuenta por una amplia mayoría de los consumidores a la hora de elegir sus productos consumidores de energía. Un claro caso de éxito de la política energética europea, que permite ahorrar a los usuarios en la factura eléctrica, y a la UE reducir en un 10% la energía primaria total con respecto a un escenario sin etiquetado energético.

Y es que el etiquetado energético tiene una triple función:

clasifica los aparatos en una escala de la A a la G, en función de la cantidad de energía que consumen,
ayuda a los consumidores a ahorrar dinero, al permitirles elegir productos que consumen menos energía,
anima a las empresas a diseñar productos que consumen menos energía.

Las categorías de productos consumidores de energía que deben llevar etiquetas energéticas son:

bombillas y lámparas
radiadores
frigoríficos y congeladores
lavadoras y secadoras
aparatos de aire acondicionado y ventiladores
pantallas electrónicas, incluidos televisores
aparatos de cocina

Además, y provechando la posibilidad que brindan estas etiquetas, se incluye en las mismas, y en función del tipo de aparato al que afecten, información considerada de utilidad para el usuario final: capacidad de carga, consumo de agua, emisiones sonoras, dimensiones, duración del programa al que corresponde el etiquetado,…

**Etiqueta energética tipo con información adicional**

Finalmente, hay que reseñar que, en paralelo a este sistema, neumáticos y edificios también presentan su propio etiquetado energético.

Registro Europeo de Productos para el Etiquetado Energético – EPREL

De cara al mejor acceso y transparencia del sistema de etiquetado energético, después de un año de rodaje, ya se encuentra plenamente operativa la web del Registro Europeo de Productos para el Etiquetado Energético – EPREL por sus siglas en inglés: European Product Registry for Energy Labelling. En ella, todos los productos cuyo etiquetado energético es obligatorio deben registrarse antes de poder venderse en el mercado de la UE (ya sea de forma física o mediante venta on line), aportando: ficha de información del producto, documentación técnica y control de conformidad.

A través de esta web, los consumidores pueden elegir los productos que consumen menos energía:

a través del código QR que incorpora la etiqueta energética del propio producto, el usuario puede consultar las características de un modelo concreto
antes de adquirirlos, pueden llevar a cabo la selección previa que más le convenga a través de los filtros de búsqueda del propio EPREL.

Ecodiseño o diseño ecológico

Además del etiquetado energético y actuando bajo el principio de la Comisión Europea de poner a la eficiencia energética por delante de todo -Energy efficiency first principle-, se han establecido una serie de requisitos mínimos de eficiencia energética con los que han de cumplir los equipos que consumen energía. Pero estos “requisitos de diseño ecológico” no se limitan al consumo energético que se produzca por el uso del equipo en sí: buscan reducir las repercusiones negativas en el medio ambiente durante todo el ciclo de vida del aparato. Por tanto, aspectos como la reciclabilidad de los materiales empleados en su fabricación, facilidad en su reparación, consumo en modo stand-by,…, son también tenidos en cuenta.

Dada la obligatoriedad de los requisitos de diseño ecológico, no pueden comercializarse, dentro de la UE, producto alguno que no cumpla con ellos. Sin embargo, no existe un distintivo específico que demuestre el cumplimiento de estos requisitos: es dentro del marcado “CE” donde se incluye, entre otros, la conformidad de cualquier producto con las exigencias de ecodiseño que le sean de aplicación.

Como no puede ser de otra forma, el proceso de evaluación de aquellos productos a los que afecta este ecodiseño es algo vivo y en constante ampliación. Pero, a día de hoy, ya se encuentran regulados los aparatos consumidores de energía que engloban las siguientes categorías:

Productos de iluminación domésticos e industriales: Lámparas direccionales y no direccionales (incluidas las de radiación ultravioleta); Lámparas fluorescentes (sin resistencia integrada); Lámparas de descarga de alta intensidad; Balastos y luminarias que puedan funcionar con estas lámparas
Aparatos eléctricos: Ordenadores y servidores; Consolas de juego; Descodificadores simples o complejos; Modos de espera para equipos en red; Televisores.
Aparatos domésticos: Cocinas; Lavavajillas; Congeladores; Frigoríficos; Secadoras; Lavadoras; Aspiradoras.
Dispositivos de calefacción y refrigeración: Acondicionadores de aire; Estufas; Ventiladores; Radiadores; Ventiladores industriales; Aparatos de calefacción local; Aparatos de calefacción local de combustible sólido; Calderas de combustible sólido; Unidades de ventilación; Calentadores de agua.
Otros productos: Circuladores; Motores eléctricos; Consumo de electricidad en los modos en espera y desactivado; Fuentes de alimentación externas; Aparatos de reproducción gráfica; Transformadores de potencia; Refrigeración profesional; Bombas de agua.

Puede consultarse toda la información referente al diseño ecológico en la web oficial de la Comisión.

¿Y la eco etiqueta?

Finalmente, y a través de acuerdos voluntarios, desde el año 1992 existe la posibilidad de que determinados productos o servicios sean distinguidos con la Ecoetiqueta, siempre que se encuentren a la vanguardia del cuidado del medioambiente. En constante revisión y mejora, este etiquetado destaca el máximo respeto por el medio ambiente, en el funcionamiento diario y a lo largo del ciclo de vida, y cada vez cubre más categorías: productos de limpieza, ropa y textil, equipamiento electrónico, mobiliario y colchones, papel, alojamientos vacacionales,…

En resumen

El ecodiseño establece unos requisitos mínimos obligatorios que, en materia de consumo energético e impacto ambiental durante todo su ciclo de vida, tiene cada producto. El cumplimiento de los mismos se constata mediante el marcado CE.

Cumplidas las exigencias de estos requisitos mínimos, el etiquetado energético permite clasificar a los productos consumidores de energía de más a menos eficientes, basándose en una escala de letras y colores.

Aquellos productos que están por encima de la media en su sector, en cuanto a impacto ambiental y no sólo energético, pueden adherirse, de modo voluntario, al programa Ecolabel, que los distinguirá con un distintivo fácil de identificar por los usuarios.

Puntos de contacto

Por la naturaleza de los 3 epígrafes anteriores, toda la información referente a estas materias se encuentra unificada en los denominados “Puntos de Contacto Nacionales”, de acuerdo con el Reglamento (UE) 2019/515.

En lo que se refiere a España, se han designado dos niveles de Puntos de Contacto Nacional: