Emisiones de CO2 por modos de transporte motorizado

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Teniendo en cuenta los factores de ocupación y consumos medios en uso urbano e interurbano, según corresponda, se observa que la cuenta de emisión de CO2 por viajero y km recorrido varía sustancialmente según el tipo de vehículos en el que nos transportemos.

Ilustración representativa de cada modo de transporte con la información asociada de sus emisiones de CO2 a la atmósfera

Se puede afirmar que los modos eléctricos son los más interesantes desde el punto de vista de las emisiones de CO2 asociadas (*): al coche eléctrico le corresponden unas emisiones del orden de la tercera parte que su homólogo térmico (de gasolina o gasóleo) y el metro o el AVE aventajan al bus urbano o interurbano con reducciones de emisiones de CO2 cercanas al 30-40% respectivamente. Si comparamos el  AVE con el avión, el ahorro se acerca al 90%.

El coche usado de modo individual es muy intensivo en emisiones de CO2, si bien cuando su índice de ocupación aumenta hasta 3 o más pasajeros el ratio de emisiones por pasajero-km puede acercarse mucho o incluso ser inferior a los modos colectivos térmicos (autobús).

La bici eléctrica de asistencia al pedaleo es con mucho el vehículo que menos impacto genera.

(*) Para los modos eléctricos se consideran las emisiones de CO2 asociadas a la generación de la electricidad consumida en  su utilización, si bien en el punto de uso no generan emisiones contaminantes ni tampoco CO2. Además, generan un impacto acústico significativamente inferior que sus homólogos térmicos.