Este proyecto se llevó a cabo mediante una UTE formada en un 85% por IDAE y un 15% por Maicerías Españolas, S.A. Los primeros contactos entre Maicerías Españolas, S.A. (DACSA) e IDAE tuvieron lugar con el interés de encontrar una solución para la valorización de la cascarilla de arroz, residuo generado en el proceso de fabricación de DACSA, y de difícil gestión debido a su poco peso y densidad, y que además debía ser retirado de fábrica por un gestor de residuos.
Tras analizar distintas alternativas, se decidió optar por la construcción de una instalación de combustión de la cascarilla de arroz, utilizando la tecnología de lecho fluido, para la generación de electricidad que se vende a la red y de energía térmica en forma de vapor que puede ser utilizada en algún proceso de la fábrica. Esta solución era muy innovadora, ya que se trataba de la primera instalación en Europa en quemar cascarilla de arroz.
Los equipos principales de la instalación son:
Una caldera acuotubular de circulación natural, con una capacidad de producción de 10 t/h de vapor sobrecalentado a una presión de 62 bar y una temperatura de 485 ºC, preparada para consumir unas 15.000 t/año de cascarilla.
Un grupo turbogenerador, formado por una turbina de vapor y sistemas auxiliares, con una potencia eléctrica de 2,2 MW.
Actualmente, la planta lleva más de 55.000 horas de funcionamiento. Es un proyecto innovador, único en España por su tecnología, el combustible que utiliza y por la generación en la combustión de unas cenizas ricas en sílice, que pueden ser utilizadas con diverso fines, como por ejemplo en la industria siderúrgica.